Te voy a contar una historia que te ayudará a potencializar tu negocio. Con esto puede que sucedan dos cosas:
- La primera que ya lo sepas y ya estés generando muchas ventas
- La segunda que no lo sepas, cambies tu mentalidad y generes más ventas.
En ambas opciones, tu negocio sigue creciendo
Dicho esto. Hay lecciones que no se aprenden en un curso ni leyendo un manual de marketing. Algunas llegan cuando menos lo esperas, incluso en un bar a las 2 de la mañana, con una amiga inglesa que no solo tenía encanto, sino una habilidad sorprendente para enseñar sin proponérselo.
Esta historia no trata solo de una anécdota divertida. Es, en esencia, una técnica de copywriting emocional que puede ayudarte a vender más, conectar con tus clientes y transformar tus textos en auténticas conversaciones que enamoran.
Cómo empezó todo
Hace algún tiempo, cuando trabajaba en Universal Music Spain, aprendí algo muy valioso de una amiga inglesa.
Mi amiga es una de las chicas más guapas que he conocido, solo superada por su gran corazón. Es por esto que, cuando salíamos, era frecuente que muchos chicos intentaran conquistarla.
Por otra parte, yo estaba perdidamente enamorado de una chica francesa. Mi principal problema, no sabía cómo llamar su atención e invitarla a salir.
Recuerdo haberle contado la situación a mi amiga pidiendo su consejo. Para mi sorpresa, una madrugada en un bar remoto en Madrid mi vida cambió.
Eran las 2:00am y nos encontrábamos mi amiga y yo bebiendo unas copas, cuando la chica francesa entró al bar y por ende me quedé congelado. Mi amiga al ver el desastre que era, me miró a los ojos y me lanzó la frase que sería el inicio de todo.
El poder de una frase y el inicio del aprendizaje
“Erick intenta conquistarme”
Al escuchar esa frase casi me ahogo, seguro vio mi cara de susto y completó la frase con un “intenta conquistarme, soy tu chica francesa”.
Recuerdo haber dicho algún comentario sobre su sonrisa y lo bella que era. Ella me miró fijamente y soltó la pregunta más simple, pero más poderosa que he escuchado:
¿Y luego?
Un gran “no me has impresionado” cruzó por mi mente. Lógicamente me quedé en el cliché y no aporté nada nuevo a la competencia.
En ese momento, no lo entendí del todo. Pero esa pregunta —aparentemente inocente— se convertiría en mi técnica secreta de copywriting.
Lo que mi amiga realmente me enseñó sobre copywriting
Este resultado seguro les será familiar en menor o mayor grado en sus negocios, el no haber podido “enamorar” al cliente.
Tenías interés, te contactó y de cierta forma te invitó a enamorarlo, pero fracasaste; y para agregarle sal a la herida, dejó en visto tu mensaje de WhatsApp.
Pues bien, la simple respuesta de mi amiga encierra una buena técnica de copywriting.
Es muy simple, al preguntarse ¿y luego?, es una invitación a ir más allá del cliché, nos desafía a ir más allá de lo superficial y nos invita a buscar el verdadero beneficio detrás de cada servicio o producto.
En copywriting, muchos cometemos el error de hablar solo de características:
- “Crema antiarrugas con ácido hialurónico.”
- “Software con tecnología avanzada.”
- “Servicio rápido y eficiente.”
¿Y luego?
¿Qué significa eso para la persona que te está leyendo?
Ahí es donde entra la magia del copywriting emocional: transformar características en beneficios reales, en resultados que el cliente puede imaginar, sentir y desear.
Imaginemos que tienes una tienda en línea que comercializas cremas para mujeres. En tu web, describes tu crema así:
Crema antiarrugas de noche, resultados en 8 semanas. |
Suena bien… pero es frío, técnico y sin alma.
Ahora, aplicando la pregunta ¿y luego?, podrías convertirlo en algo así:
Crema antiarrugas de noche, minimiza arrugas y líneas de expresión. ¿Harta de que la gente te pregunte si estás cansada? Recupera esa expresión fresca y descansada. Que no solo tu espejo, sino todo el mundo, confirme que la edad que sientes por dentro… es la que se refleja en tu piel. ¿Cuál será el resultado esperado por esta crema? Al cabo de 8 semanas usándolas a diario, verás cómo tus arrugas se difuminan, devolviendo la imagen de la mujer vital y segura que eres. |
¿Notas la diferencia?
Lo segundo conecta emocionalmente. Habla del deseo real del cliente, no del ingrediente o la fórmula.
Y eso, amig@ mío, vende.
Por qué funciona el “¿y luego?” en copywriting
La razón es simple: los humanos no compramos productos, compramos transformaciones.
Queremos sentirnos mejor, más jóvenes, más seguros, más libres.
La técnica del “¿y luego?” te obliga a buscar esa transformación y a expresarla con claridad.
Es una herramienta brutal para mejorar cualquier texto de venta, desde una ficha de producto hasta un email o una landing page.
Cómo aplicar esta técnica paso a paso
- Escribe tu texto normalmente.
Sin filtros ni perfeccionismo. - Después de cada frase o beneficio, pregúntate “¿y luego?”
Verás cómo tu texto evoluciona hacia un discurso más emocional y convincente. - Enfócate en la transformación.
No digas lo que hace el producto, sino cómo hace sentir al cliente. - Usa lenguaje visual y sensorial.
Permite que el lector imagine, vea y sienta el resultado. - Simplifica.
Lo emocional vende más que lo técnico.
El error más común: creer que vender es convencer
Muchos piensan que hacer copywriting es convencer, pero en realidad, es conectar.
Las marcas que conectan desde la emoción generan confianza, fidelidad y recomendación.
Y todo empieza por atreverse a escribir como si le hablaras a una persona real, no a un algoritmo.
Conclusión: La pregunta que puede cambiar tus ventas
Esa noche en Madrid, entre copas y risas, no imaginé que una frase tan simple como “¿y luego?”, se convertiría en mi brújula para escribir textos más humanos, cercanos y efectivos.
Y ahora te toca a ti:
La próxima vez que escribas una descripción, un post o un correo, pregúntate: “¿y luego?”
Porque ahí, justo en esa pregunta, está la diferencia entre un texto más y un texto que vende.
1 comment
Victor Coss Flores
Que buen consejo, lo voy a aplicar en la descripción de los productos que ofrecemos. Salud!!